Los parques de atracciones y los parques temáticos son lugares que a menudo están bastante concurridos. En ocasiones, la afluencia de visitantes es tan notable que se forman colas muy largas en las entradas.
El mayor problema radica en la verificación de los abonos. De hecho, el usuario abonado (aquel que ha comprado una tarjeta de temporada) espera ser tratado con mayor consideración que el usuario esporádico. Sin embargo, con frecuencia ocurre lo contrario, dado que un abono debe ser verificado con más atención que una entrada normal. Además, normalmente los parques están ubicados cerca de grandes centros turísticos. Huelga decir que resulta bastante sencillo comprar un abono estacional, aprovecharlo durante la duración de las vacaciones y luego revenderlo al próximo turista…
Por este motivo, los abonos deberían estar sujetos a controles más estrictos.
Por ejemplo, algunos parques temáticos han adoptado el sistema del código de barras o el código QR para validar el abono. Además, ponen en la tarjeta el nombre y los apellidos del propietario y/o la foto de reconocimiento. No obstante, muy a menudo no se comprueban la foto y el nombre para agilizar los accesos, por lo que hay una falta de control y al mismo tiempo de seguridad.
En este caso, PrivacyCard evita completamente este problema, haciendo el acceso mucho más rápido y verificando al mismo tiempo que el usuario sea efectivamente el propietario del abono.
Además de poder utilizarse para la gestión del acceso, también es posible “cargar” en PrivacyCard ciertos servicios adicionales, como el uso de la vía rápida en ciertas atracciones y por un número determinado de veces o promociones para los restaurantes…
